Los empleados de un hospital o de emergencias (ambulancias), técnicos de laboratorios o cualquier persona que trabaje con sangre o fluidos del cuerpo pueden estar en riesgo de infectarse sin querer. ¿Has ido al dentista últimamente para que te limpien los dientes? Probablemente el dentista y la persona que te limpió los dientes usó guantes y un visor para proteger sus ojos de sangre que le pudiera salpicar. Esto también te protege a ti de no tener contacto con la sangre del dentista o la persona que te limpió los dientes si el/ella tenía una cortada o llaga en su mano.
Hay ciertas reglas que las personas que trabajan en el campo de la salud deben seguir para protegerse y a sus pacientes de entrar en contacto con sangre accidentalmente (sin querer). Estas se llaman precauciones universales. Las precauciones universales son una manera de controlar infecciones porque se trata a toda persona como si tuviera el VIH o hepatitis B. Las precauciones universales incluyen:
- Usar guantes
- Limpiar superficies que tienen sangre con una solución de cloro y agua
- Nunca volverle a poner la tapa a una aguja
- Poner en un recipiente especial todas las agujas
- Usar protectores de los ojos
- Siempre esterilizar (limpiar bien) el equipo médico