Antes de marzo del 1985 no había una manera confiable de saber si la sangre donada tenía algún tipo de infección y muchas personas se infectaron por las transfusiones de sangre y de productos de la sangre como los que utilizan los hemofílicos. Pero hoy en día en los Estados Unidos se le hacen diferentes pruebas a toda la sangre donada y cualquier sangre sospechosa se destruye. Por eso las personas pueden recibir transfusiones de sangre sin preocupación.
Algunas personas se preocupan de infectarse al donar sangre, pero nunca ha habido ningún riesgo de infectarse por donar sangre. Cuando tu donas sangre, una aguja desechable (solo se usa una vez y después se tira en la basura) y limpia se usa para sacarte la sangre y después se destruye.