En una relación nueva, siempre existe un riesgo. Generalmente dicho riesgo es emocional. Sin embargo si una pareja tiene el herpes, existiera un riesgo adicional que usted pudiera contraerlo o contagiarse también.
Usted puede tener preocupaciones del riesgo de infección por una relación nueva que pueda no durar. Usted deseará entender cómo reducir el riesgo de infección y cómo hablar efectivamente con su pareja. Recuerde, si usted ha sido sexualmente activo/activa usted ya podría haber sido expuesto a e infectado con el herpes. Usted puede tenerlo y no saberlo. El herpes se transmite de una persona a otra aun cuando no aparezca ningún síntoma (conocido en ingles como asymptomatic shedding) es casi imposible saber por seguro cuándo una persona se infectó y quién se le infectó. Es posible también, si usted y su pareja han tenido relaciones sexuales, que su pareja se lo contrajo de usted.
Hágase los exámenes necesarios porque hay tratamientos médicos disponibles para usted y para su pareja.
En una relación íntima y sexual con una persona que tenga el herpes, el riesgo de contraer la infección nunca será cero. Algunos parejas tienen relaciones sexuales por años sin transmitírselo el herpes del uno al otro, sólo evitando el contacto sexual durante brotes, usando condones regularmente y usando terapia antivirus represiva para reducir a los brotes. Algunas parejas no se ocupan del herpes porque lo maneja con éxito. Para muchos, es una inconveniencia de menor importancia. Puesto que el herpes no es un riesgo serio de salud, algunas parejas eligen no utilizar condones en las relaciones de mucha duración. Si no no confía en la relación o si se siente incómodo/incómoda con la posibilidad de contagiarse, considere posponer a la intimidad por un rato. Conozca a su pareja mejor y dese tiempo.
Recuerde, todas las relaciones encuentran desafíos, algunos más duros que el herpes. Las buenas relaciones duran o no en asuntos más importantes—incluyendo a la comunicación, el respeto y la confianza.